En alguna de las paredes de esta cadena de heladerías se propone “Date el gusto de ser feliz” Y si bien el helado no hace la felicidad… Ayuda. Y Aquí saben de helados.
Hace mas de 40 años, en el barrio porteño de La Paternal, Ladobueno abrió sus puertas como una pequeña heladería con elaboración propia. Hoy luego de tanto tiempo transcurrido en la producción artesanal de helados, logró formar parte del selecto grupo de las heladerías más reconocidas de la ciudad de Buenos Aires.
En su elaboración diaria, y como en aquel primer día, se siguen utilizando materias primas de primera calidad, frutas naturales sin conservantes, saborizantes ni colorantes, y esos son los baluartes de esta heladería nacida justo donde se cruzan la pasión por el helado y la demanda de los paladares mas exigentes. En ese rincón de la ciudad donde las calles Artigas y Alejandro M. Cervantes se dan la mano.
Hoy toda la magia de aquellos primeros días atraviesa los mostradores de sus otras cinco sucursales
Basta con probar cualquier sabor de Ladobueno, para comprender realmente que estamos ante una leyenda de las cremas heladas. Crema Rusa, Suspiro de Dulce de leche (con queso crema, dulce de leche natural y galletitas de chocolate), Maracuyá, o los más laureados por sus clientes: Sambayón Ladobueno, con cerezas y almendras tostadas caramelizadas sembradas en el momento y hasta la exótica tarta de manzana con deliciosos cortes de manzanas asadas, componen sólo algunas de las opciones más elegantes en la paleta de sabores de Ladobueno.
En solitario, en familia, con amigos o en pareja, y casi como quien le rinde culto a un Dios, las colas de gente dibujan una procesión del buen gusto en los mostradores que Ladobueno dispone estratégicamente en los barrios de La Paternal, Villa Devoto, Caballito, Palermo, Belgrano y Villa Urquiza. Sus más de 50 sabores son la excusa perfecta para quienes deseen lo tradicional o bien, algo un tanto más sofisticado.
Si bien el helado es la estrella del lugar, no podemos evitar mencionar su patisserie. Como parte de la innovación y el aggiornamiento necesarios para perdurar, hoy Ladobueno ofrece a sus clientes una carta de monoporciones y dulces de elaboración diaria que pueden ser disfrutados junto a un café en las mesas de sus locales armónicamente ambientados.
La atención es dedicada y servicial, pero con alma y corazón de barrio, es que Ladobueno sabe muy bien como atender a sus clientes, siempre con la mejor calidad y recordando el slogan que lo vió nacer: “Ladobueno, helado artesanal de verdad”.